PEOPLE’S COAST OF OREGON.

Parques, faros, cetáceos, queso y moteles que huelen a cangrejo. La costa de Oregon es la costa del pueblo, y lo es desde que en la década de los 60 una ley histórica estableciera el acceso público y gratuito a las 163 millas de aguas azules y playas eternas.

Entre ellas la de Cannon Beach, donde hay un perro que corre, tres grandes rocas verdes, un tesoro escondido y constante peligro de tsunami. Donde las niñas vuelan la cometa y las casas se asoman por los desfiladeros.

En tierras de los indígenas Tillamook hay una fábrica que hace quesos para todo el país. Más de 100 años trabajando con agricultores locales, bajo el nombre de aquel pueblo nativo americano.

En el faro más alto de Oregon el viento golpea fuerte y las ballenas saludan desde lejos. Las sopas de la zona llevan de todo y los vaqueros son de mar.

Para comer… helado de queso.
Para cenar… sopa de pescado, pan con mantequilla y fish and chips, servidos en cuencos de plástico rojo con papel de cuadros.