YOSEMITE.
ACTUALIZA-CIÓN DEL SISTEMA OPERATIVO.
El Gran Capitán vigila desde las alturas mientras hordas de turistas posan frente a un paisaje que a muchos resulta familiar. Al que ha sido nuestro fondo de pantalla durante años, no hay fotografía (ni de Ansel Adams) que le haga justicia. Disfrutar en vivo y en directo de los colores, la luz, la inmensidad del valle y la delicadeza de la cascada… es una auténtica actualización del sistema operativo, del cuerpo y del alma.
Dormir dentro del parque es complicado (hay que reservar con mucha antelación) y los pueblos más cercanos asustan con precios desorbitados. Así que, de nuevo, lo mejor será madrugar (y si es necesario pasar la noche en una caravana con vistas al jardín de un buen hombre de Merced, California).
Yosemite se merece no uno, sino miles de días para no quedarse con ganas de más. Pero esto es un road trip y hay que llegar al motel (al otro lado del parque) antes de que anochezca y salude la anunciada tormenta. Todo eso siempre que el tiempo lo permita y las carreteras del norte no cierren frente a las primeras nevadas del año.
Por eso, para ese tipo de imprevistos… ¡Benditos sean los rangers! Nada mejor que sus siempre amables y contrastadas recomendaciones. Nada mejor que su delicado movimiento de muñeca al tocarse el sombrero para desearte un buen día.
Y si hay vía libre… adelante. A disfrutar de la subida hasta el Tioga Pass, de la lluvia, el viento o lo que te depare el camino. En cualquier caso, habrá merecido la pena.
Consejo de ranger: No dejes comida en el coche, la tienda de campaña. etc. Si ves un oso, no corras. Si está a una distancia prudencial, comienza a andar despacio hacia atrás hasta salir de su campo de visión. Si lo tienes cerca o intenta atacarte (solo lo hará si se siente en peligro), grita, sacude los brazos o tírale cosas. Dicen que suele funcionar pero mejor no tener que comprobarlo.