DONDE VIVEN LOS ALCES.
Muy cerca de la ciudad de Quebec hay un bosque donde viven los alces.
Donde se pierde el camino. Donde los silbidos y la llamada del amor. Donde no se habla inglés, o muy poco. Donde los lagos inmensos y el barro hasta las rodillas.
Donde Pierre Nodoyuna. Donde se camina a oscuras y en silencio. Donde se esconden los alces. O eso dicen.
Todos los años -en otoño- la Universidad Laval organiza excursiones para el avistamiento de alces.
No siempre hay suerte, pero igualmente merece la pena.