AMARILLO. HOME OF THE 72OZ STEAK.
En Texas hay cruces gigantes y torres de agua inclinadas solo para llamar la atención. En Amarillo venden bandanas “made in China” y pistolas como souvenir, los niños gritan como vaqueros y los coches se esconden en la tierra.
En el Rancho Cadillac el viento pega fuerte y los grafitis son más efímeros. No muy lejos hay un cartel que marca la mitad del camino, a 1139 millas de Chicago y otras tantas de la ciudad de Los Ángeles. También hay una cafetería vintage, con tartas «feas» pero deliciosas.
Y luego está el Big Texan Steak Ranch. Este gran restaurante, parada obligatoria de la Ruta 66, ofrece un filete gratis para los más valientes y todo un espectáculo para los demás.
El reto consiste en devorar un trozo de carne de 72 onzas (unos dos kilos), con patatas, ensalada, coctel de gambas, pan y mantequilla en menos de una hora. Siempre hay algún insensato que acepta el desafío y una larga lista de los que se lo comieron sin vomitar.