MONTAÑAS VERDES Y PUENTES DE MADERA.

En las montañas verdes hay caminos de madera que llevan a cascadas de espuma blanca, laberintos de maíz y la ruta de los Apalaches. También hay un pueblo con nombre de festival (aunque no es ese) con mercados que huelen a comida local, fruta fresca y galletas gratis.

A lo largo de la Scenic Route 100 Byway hay puentes que parecen de Madison (pero no), granjas de foto y perros que llevan la economía familiar. Las manzanas se cogen directamente del árbol y las curvas despacio.

Por la noche, las cabañas encienden las bombillas y los bichos salen a pasear. Las sendas desaparecen, las charcas se llenan de ranas y las orugas se ponen a trabajar.

Por la mañana –muy temprano- las botas se manchan de barro y los troncos resbalan. El desayuno se sirve en mesas con carcoma entre arces de hojas rojas y los restos -de ayer- saben mucho mejor.